DE LA COMPETENCIA AL BIEN COMÚN.
Cuando converso con mis estudiantes y, sale el tema económico, siempre existen las preguntas sobre rentabilidad, si apostar o no por el mercado de divisas, o en qué banco es mejor invertir, etc., probablemente debe ser el precio por haber elegido la carrera que elegí, yo imagino que los médicos la pasarán igual, estarán a full con preguntas tales como: ¿qué es mejor para aliviar un dolor de espalda?, a los biólogos con: ¿Cuál es el nombre científico de esta planta?, o quizás, a los arquitectos en: ¿qué fachada será la mejor?, etc. Sin embargo, en el tema económico, todas las preguntas apuntan a cómo obtener un mayor beneficio financiero que, si bien es válido, da como resultado generaciones que van creciendo con la única idea de generar el mayor beneficio financiero posible para ser “exitoso”, debiendo hacerse más competitivos para conseguirlo. Adam Smith , describía esa competencia económica como fruto de la acción egoísta del hombre: “No por la benevolencia del carnicero, del